Buscar en este blog

domingo, 27 de octubre de 2013

De errores arbitrales y entrenadores miedosos

La actuación del colegiado decidió un Barça-Madrid muy igualado, en el que Ancelotti y el Tata Martino evidenciaron que son dos técnicos muy temerosos


Fuente: marca.com
En mi artículo del pasado 29 de septiembre escribía que los árbitros suelen beneficiar al equipo más poderoso. Y en este de ahora simplemente me ratifico en lo que llevo opinando muchos años. Y como hoy en día la escuadra más poderosa es la del Barcelona, pues en las últimas temporadas ha sumado más títulos que ninguna otra, es la que más ayudas recibe de los colegiados. Y esta idea se hizo realidad una vez más en el clásico que disputaron ayer Barça y Real Madrid en el Camp Nou. En esta ocasión, en un encuentro muy igualado, en el que los azulgrana fueron superiores en los primeros 45 minutos y los blancos jugaron mejor y crearon más ocasiones en la segunda mitad, fue la polémica actuación del árbitro la que decidió la victoria en favor de los catalanes. Situación que en las últimas temporadas se ha repetido mayormente en beneficio de los blaugranas, pero que históricamente se decanta por los blancos por su mayor cantidad de triunfos.

domingo, 13 de octubre de 2013

Dos casos sin castigo que avergüenzan: la senadora Domínguez y los falsos paralímpicos

Las autoridades españolas no se atreven a sancionar por dopaje a la mejor atleta española, mientras que la Justicia deja casi impune la infamia cometida por los responsables del falso equipo de discapacitados enviado a los Juegos de Sydney en el 2000 


Fuente: plazamayorsinnumero.worpress.com
España es una potencia mundial en el deporte. El nivel general de sus deportistas están muy por encima de la media del país. Sin embargo, últimamente se están conociendo algunos casos que sonrojan, incluso al más desvergonzado, por la falta de honradez de sus protagonistas y la ausencia de la más mínima ética en los encargados de impartir justicia. Son dos casos que han aparecido en los medios de comunicación, pero de pasada, sin profundizar en ellos, no vaya a ser que se saquen los colores a este país de pandereta que a veces demostramos ser. La ausencia de una decisión por parte de las autoridades deportivas en el caso de acusación por dopaje a Marta Domínguez y el mínimo castigo impuesto a los responsables del falso equipo de baloncesto de discapacitados enviado a los Juegos Olímpicos del 2000 ahondan un poco más nuestras miserias, ratifican una carencia de ética asombrosa en este país y dañan todavía más nuestra imagen internacional de pueblo permisivo con los que infringen las leyes. Algo que se está convirtiendo en norma después de las polémicas sentencias y decisiones judiciales en casos tan dañinos como las operaciones Puerto y Galgo.

martes, 8 de octubre de 2013

El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

La actitud pendenciera del delantero brasileño del Atlético de Madrid provocaría numerosos conflictos con los rivales de España y obligaría a sus compañeros a defenderlo para evitar males mayores 


Fuente: futbol.as.com
Diego Costa no es jugador para la selección española. Y no lo es porque haya nacido en Brasil, pues uno es de donde paga sus impuestos, sino porque su carácter pendenciero le incapacita para formar parte de un combinado que ha hecho del fútbol estilizado y elegante su bandera. No hay partido en el que el delantero del Atlético de Madrid no tenga duros enfrentamientos, al margen de los meramente deportivos, con sus rivales. Va en su carácter. Lo lleva en la sangre. Es incapaz de autocontrolarse. Su sangre es más que caliente, bulle en sus venas y no puede reprimir sus sentimientos más salvajes. No le hace falta ningún motivo especial para encararse con un contrario, el árbitro o el público rival. Disfruta en la pelea, el conflicto, la tensión. Su fútbol es demasiado agresivo para lo que estila la selección de Del Bosque, cuyos integrantes huyen del cuerpo a cuerpo para sacar más provecho a su elevada técnica. Es de los que mete el pie aun a sabiendas de que no va a llegar al balón, de los que dejan la plantilla mirando para otro lado, de los que se defiende atacando primero, por lo que pueda llegar. Es lo que ha mamado y lo tiene muy claro, pues en una reciente entrevista explicaba que aprendió a jugar al fútbol en la calle, utilizando los codos y las patadas como arma indispensable para sobrevivir entre los chicos de su barrio. Y es lo que sigue haciendo para ganarse la vida, aunque ahora de manera muy holgada.