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viernes, 20 de junio de 2014

La debacle de España cuestiona hasta el estilo de toque que nos hizo campeones

La apuesta de Del Bosque por sus clásicos, la ausencia de un plan B y la falta de sangre nueva que aportara ilusión causan el hazmereír mundial y que se dude incluso del estilo que ha convertido a esta selección en la mejor de la historia


Fuente: cope.es


En esta vida no se puede ganar siempre ni mantenerse en la cúspide eternamente. Por eso cabía dentro de lo probable y lo factible que la selección española de fútbol no revalidara el Campeonato del Mundo que tan brillantemente logró en Sudáfrica hace cuatro años. Porque repetir este título es bastante más complicado de lo que aparenta inicialmente. Tras seis años de éxitos constantes y títulos por doquier, resultaba complicado mantener el nivel de buen juego y eficacia mostrada durante casi una década. Pero lo que nadie podía esperar era la debacle que ha acontecido a la España del tiki-taca, que no solo ha caído en la fase de grupos, algo que también sufrieron otros campeones este siglo, como Francia, Brasil e Italia, sino que lo ha hecho haciendo el ridículo ante Holanda y ofreciendo una imagen de impotencia suma ante Chile que han hecho tambalearse hasta la confianza en el estilo de toque que ha encumbrado al fútbol de este país. Si el combinado de Vicente Del Bosque hubiera entregado su cetro en, por ejemplo, semifinales, habría defendido con honra su corona y no se habrían cuestionado los principios básicos de esta forma tan controladora de entender este juego. Pero el papel de comparsa desempeñado por los todavía campeones mundiales y la hecatombe de su juego, imagen y resultados han ensuciado el final de una época gloriosa del fútbol español.

sábado, 14 de junio de 2014

El Mundial tiene mala pinta, pero no se puede enterrar a la selección de Del Bosque

La debacle ante Holanda demuestra que el seleccionador se ha equivocado al optar por jugadores de su confianza aunque estén en una forma penosa; aún así, España no está descartada, pues atesora calidad para repetir éxito en Brasil


Fuente: elpais.com
Aunque las circunstancias no resultaban halagüeñas, nadie se podía esperar la debacle que la selección española de fútbol iba a sufrir en su estreno en el Mundial de Brasil. La derrota ante la siempre potente Holanda cabía dentro de lo probable, pero la humillación recibida por el equipo de Del Bosque no la soñaban ni los tulipanes más forofos. El 1-5 que desprendía el marcador al final de los 90 minutos de juego no solo reflejaba la superioridad del combinado orange (en este caso de azul), sino la excesiva fragilidad que envuelve en estos momentos a la todavía actual campeona del mundo. Los hombres de Van Gaal evidenciaron que habían estudiado y trabajado hasta la extenuación la manera de hincarle la dentadura entera a su rival más odiado en la actualidad. La derrota a manos de los reyes del toque en la final del Mundial de Sudáfrica la tenían clavada en la mismísima frente todos y cada uno de los integrantes del combinado de los Países Bajos. Y una vez más se comprobó como el ánimo, las ganas y el deseo son más trascendentes que la calidad, la técnica y la estrategia a estos niveles de igualdad.