Ambos entrenadores representan formas contrarias de actuar en esta vida: el español recurre a la reflexión, la mesura y la mano izquierda; el portugués es impulsivo, orgulloso y disfruta metiendo el máximo de presión a los que le rodean
La reciente polémica entre el actual entrenador del Real Madrid, José Mourinho, y el seleccionador nacional español, Vicente Del Bosque, por los supuestos chanchullos de la FIFA para beneficiar al preparador salmantino en la elección del Balón de Oro al mejor entrenador del 2012 es un ejemplo claro de dos maneras opuestas de afrontar esta vida en toda sus magnitudes. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que hoy en día ambos técnicos se encuentran entre lo mejorcito del fútbol mundial.Pero el camino recorrido por cada uno para llegar a lo más alto ha llevado direcciones opuestas, o mejor dicho, lo han recorrido utilizando sistemas de afrontar las metas y los obstáculos de manera muy diferente. Mientras que el preparador español siempre es partidario de la prudencia y el halago para conseguir lo mejor de sus pupilos, el técnico luso ha optado por la vehemencia y el tensar las situaciones hasta el extremo para lograr el máximo rendimiento de sus jugadores.
El último choque entre ambos estilos se ha producido en la elección del Balón de Oro al mejor entrenador de la temporada. En la votación que llevaron a cabo los 170 capitanes de selecciones, los 170 entrenadores nacionales y 165 periodistas, el seleccionador español obtuvo el 34,5% de los votos, por el 20,49% del portugués y el 12,91% del ex técnico del Barcelona Pep Guardiola. En un principio, como Mou sospechaba que no iba a ser el premiado, adujo para no acudir a la gala en la que se entregaba el galardón que tenía que preparar el partido de vuelta de Copa del Rey frente al Celta, con el que había perdido en la ida por 2-1. Sin embargo, en unas declaraciones realizadas días antes no perdió la ocasión para desmerecer a sus rivales, al afirmar: "No tengo tiempo para pensar en el Balón de Oro. Guardiola, sí, porque está de vacaciones; también Del Bosque, que tiene tres meses de vacaciones hasta un partido en febrero". Sin embargo, ahora, dos meses después de la celebración de la gala en Zúrich (Suiza) el actual entrenador del Real Madrid aduce que hizo el feo de no acudir al acto de entrega porque la FIFA hace trampas, pues había varias personas que le informaron de que le había dado su voto y estos no aparecían en la lista de los que le apoyaron. Vamos, que el máximo organismo del fútbol mundial le quitaba apoyos a su excelsa figura para dárselos al simplón de Del Bosque.