Ronaldo se comporta como un niño mimado

El delantero blanco no entiende que en estos momentos de grave crisis no puede quejarse de cómo le trata la vida

Fuente:  oscar-todoalblanco.blogspot.com

¿Crisitano Ronaldo es un gran jugador de fútbol? Sí. ¿Es un crack como goleador? Sin duda. ¿Se encuentra entre los tres mejores futbolistas del mundo? Por supuesto. Ahora bien, todo esto no le faculta al delantero portugués para comportarse como el típico niño consentido, en el que el egoísmo, la prepotencia y la falta de la más mínima empatía le inducen a quejarse públicamente de su privilegiada situación y a afirmar que no es feliz. Y encima se atreve a decir tamaña sandez en un momento en el que decenas de millones de europeos las están pasando realmente canutas, a lo que no estaban acostumbrados.

Para más inri, el futbolista del Real Madrid lanza la piedra y esconde la mano. Otro síntoma más que le califica como engreído y mimado. Si de verdad se siente infeliz por los supuestos desplantes que le da la dura vida que está obligado a llevar, que lo diga claramente y sin tapujos. Que se atreva a manifestar que no gana suficiente dinero y que, además, no se siente bien tratado por el madridismo, ya sea por los dirigentes del club, por sus compañeros del vestuario o por la afición. Eso lo haría una persona valiente, acostumbrada a dar la cara y con sentido de la responsabilidad. Pero es mucho más fácil dejar caer esa gran simpleza y, si le dan lo que pide, pues todo olvidado y pelillos a la mar.

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Hay que vivir en otro planeta para sentir que once millones de euros netos al año es un salario que no cubre toda su valía, que su dedicación, esfuerzo y goles se cotizan mucho más alto en una bolsa futbolística que también está pinchada por la crisis mundial que nos envuelve. Vamos que se cree merecedor de mucho más porque él y los que le rodean lo creen oportuno. Menuda estupidez. Y si de verdad piensa que su situación es injusta, su posición social y económica le permiten dirigirse al presidente del club, Florentino Pérez, y plantearle abiertamente su opinión, así como las consecuencias que puede tener no cumplir su voluntad. Pero nunca debería haber hecho pública ni siquiera una insinuación sobre su disgusto, como queriendo aprovecharse de su popularidad para forzar un aumento de sueldo. ¿Qué bajeza!

Y si el problema no es económico y obedece más a los típicos celillos que un niño mimado tiene de todo aquello que le hace sombra, pues entonces su calaña moral es todavía más ínfima. Cuando una persona se sitúa en lo más alto del podio de la fama, como él lo está, y cuando uno es rico, guapo y buen jugador, como él no se cansa de repetir, es cuando debería emanar más bondad y empatía. Pero estas positivas características individuales están muy alejadas de la personalidad de Cristiano Ronaldo, que se cabrea cuando no le eligen el mejor jugador de Europa, que no entiende que otros compañeros pidan el balón de oro para Casillas, tan necesario como él y con mucho más don de gentes, o que desprecia a los periodistas y entrenadores que no le consideran el mejor del mundo. Quizá no tenga nada que envidiar a Iniesta y Mesi en los terrenos de juego, pero desde luego que se encuentra a años luz de estos dos rivales en educación, llaneza y mesura. Apostaría que ninguno de estos dos se habría enrabietado porque hubieran nombrado al portugués mejor jugador de la UEFA.

    

Fuente:  helpmycash.com 

Ronaldo parece tan prepotente en su vida diaria que ni siquiera convence a sus amigos de sus buenas cualidades e intenciones. Al parecer, se ha enfadado con su compañero Marcelo, a quien antes le reía todas las boberías que al brasileño le gustan hacer y decir. Pero como el lateral optó por mostrarse comprensivo con el hecho de que le pudieran dar el Balón de oro a Casillas, el delantero ha optado por enfadarse como un niño con su ya ex amigo. Solo le ha faltado decirle: "Ya no te ajunto".

Si yo fuera el presidente del Real Madrid, escucharía con atención las quejas del crack y le intentaría convencer de que el madridismo le quiere por ser un buen jugador, que no por ser una buena persona, y que en el club están encantados con su rendimiento profesional. Le diría que, incluso, están pensando en renovarle el contrato al alza, porque sus números son de récord y porque la familia blanca quiere seguir disfrutando de sus genialidades. Pero si todo esto no fuera suficiente para convencerlo, le abriría la puerta a que trajera un cheque de cien millones de euros y le daría las gracias por los servicios prestados.