El Rayo y el Levante sí que tienen mérito

Los dos clubes con menos presupuesto de Primera División, con 7,5 y 22 millones respectivamente, están cerca de los puestos europeos, frente a los 517 del Madrid y los 470 del Barcelona

Fuente: vavel.com

Es evidente que Messi y Ronaldo son los jugadores que más glamour aportan al fútbol español por su participación en la Liga BBVA, donde Barcelona y Real Madrid centran la práctica totalidad de las miradas, no solo en España, sino de todo el mundo. Pero si se analizara el verdadero mérito de estos clubes, se comprobaría que no es tan elevado, puesto que cuentan con una inmensidad de recursos económicos y sociales que les posibilitan aspirar a todas las competiciones en las que participan, con muchas posibilidades de éxito. Sin embargo, si se hiciera una clasificación que tuviera en cuenta el mérito de los equipos, esta estaría, sin duda, encabezada por el Rayo Vallecano, seguido a distancia por el Levante. Los datos son definitivos, puesto que el club madrileño ocupa la séptima plaza de la competición con solo 7,5 millones de euros de presupuesto, mientras que el Levante es noveno, con una previsión de gastos de 22 millones.

Si se comparan estas cantidades con las que disfrutan los dos grandes del fútbol español, el resultado es irrisorio, puesto que la entidad blanca suma la friolera cantidad de 517 millones de euros, frente a los 470 de la azulgrana. Muy lejos queda el tercero en discordia, el Atlético de Madrid, que solo alcanza los 120. Es decir, el Real Madrid dispone de casi 70 veces más dinero que el Rayo para competir en la misma Liga. Para más inri, con el dinero que el actual campeón de Liga se gasta en Kaká, un jugador que apenas disputa minutos, los franjirrojos cubrirían sus necesidades económicas durante dos temporadas. Demasiada diferencia económica para tan escasa distancia deportiva. Y si se confronta con equipos como el Espanyol, Sevilla o Athletic, todos con mucho más recursos y que están situados por debajo en la tabla, su valía crece. Es  más, hay bastantes equipos de Segunda División que ingresan más recursos que el club de Vallecas, lo que todavía ensalza más su grandeza. Lo que induce a la conclusión de que en el fútbol español pasa como en la sociedad de este país: las diferencias entre los poderosos y los que menos tienen son cada vez más abismales en momentos de crisis como los actuales.

Fuente: mundolevanteud.blogspot.com

El mérito que posee el Rayo es todavía más evidente si se conoce su situación financiera. El club solicitó el concurso de acreedores en junio del 2011, lo que implica que son los administradores judiciales los que gestiona la entidad desde hace más de año y medio. Para asegurar la continuidad y evitar la quiebra, los gastos se amoldaron a los ingresos, lo que implicó la reducción de los salarios de  jugadores, técnicos y empleados que deseaban seguir en el club. Hasta el punto de que han gastado cinco millones menos que en la temporada anterior. Los salarios han quedado muy lejos de los más de 100.000 euros que llegó a pagar la familia Ruiz Mateos, anterior propietaria, a miembros de la plantilla cuando el equipo estaba en Segunda B.

Es decir, este Rayo, clasificado por encima de la mitad de la tabla y con un plan de viabilidad que le asegura su existencia incluso en Segunda División, tiene en sus filas a los jugadores que menos cobran de la competición, si bien ahora reciben su nómina mensualmente, cosa que no ocurría con los anteriores dueños. Porque una de las obligaciones de los administradores es que la deuda del club no crezca ni un solo euro por encima de los 40 millones que figuran en sus cuentas, gracias a la nefasta gestión que realizaron durante años los de las natillas Dhul, que ejercían competencia desleal al no pagar por norma ni un solo impuesto a Hacienda y la Seguridad Social. Ahora, con los beneficios previstos, pues ingresa 12,5 millones por los derechos de televisión, tiene que afrontar el abono de la deuda, una vez que se acuerde la quita con los acreedores. Sin embargo, todas estas limitaciones económicas no han impedido que sus responsables deportivos sean capaces de formar un equipo competitivo, con jugadores de la cantera y fichajes que no cuestan ni un euro, pero que se revalorizan y son vendidos cuando acaba la campaña. Si bien, en su actual éxito también tiene mucho que ver su entrenador, Paco Jémez, osado técnico que se atreve a apostar por el fútbol ofensivo a pesar de la escasez de sus mimbres.

Fuente: hemeroteca.riazor.org

Algo muy parecido es lo que vive el Levante, un club que entró en proceso concursal en julio del 2008 y que, gracias a una sensata gestión, logró salir del mismo dos años después. Eso sí, con un plan y el compromiso de ir pagando los 61 millones de deuda que soporta, que son 30 millones menos de los que tenía cuando se inició el control judicial. A pesar de esta penosa situación económica, los dirigentes del Levante han demostrado profesionalidad y acierto a borbotones, pues fueron capaces de clasificar al equipo para jugar competición europea y mantenerse en ella con ciertas aspiraciones. Y todo ello, conociendo el mercado y sabiendo contratar a jugadores que, en algunos casos, fueron desechados de otros clubes, pero que han evidenciado seguir ejerciendo esta profesión con una gran dignidad, como Juanfran, Ballesteros, Pedro Ríos y Bakero, entre otros. Esta situación, como la del Rayo, evidencia que  con trabajo, esfuerzo y una gestión sensata se puede triunfar en esta vida y ser un ejemplo para los demás, aunque no se destile glamour y los medios de comunicación solo les presten atención cuando se miden con los poderosos.

Y hoy va a existir la posibilidad de comprobar nuevamente cómo la sensatez de los administradores judiciales es positiva para introducir racionalidad en el fútbol español. Es el caso del Deportivo, club que acaba de entrar en el proceso concursal tras la nefasta gestión llevada a cabo por su mandatario, Augusto César Lendoiro, quien se ha hecho rico cobrando durante más de una década el 1% del presupuesto que él determinaba, mientras incrementaba la deuda de la entidad hasta más allá de los 90 millones de euros. Incluso, el juez que lleva el caso tiene que determinar si aparta de la entidad a este individuo que no hace más que poner palos en la rueda a los nuevos responsables económicos y que se salta la ley impunemente, pues pues sigue sin identificar a los accionistas de la entidad. Si sucede como con el Rayo o el Levante, será la justicia las que recupere la grandeza de otro club que está al borde la quiebra.   

Alejandro Posilio Fernández
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