La pareja de cracs argentino-brasileña puede recuperar la supremacía azulgrana, pero también dinamitar su vestuario, el deseo del presidente blanco para disminuir el varapalo sufrido
Fuente: mercafutbol.com |
El fichaje de Neymar por el Barcelona ha deslucido el aura que rodeaba al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, de ser capaz de fichar a los mejores jugadores del mundo. Desde que llegó a la presidencia del club blanco, este hábil empresario fue capaz de convencer, talonario en mano, a los números uno del momento para que firmaran por el denominado Mejor Club del Siglo XX. Figo, Zidane, Beckham, Ronaldo, Kaká y Cristiano Ronaldo fueron vistiendo la camiseta merengue gracias a la capacidad negociadora y económica del mandamás madridista. Solo los cracs nacidos y criados en can Barça, como Messi, Xavi o Iniesta, han soportado las andanadas económicas del presidente del Grupo ACS y se han mantenido fieles a su club de origen, aunque a costa de un sobresfuerzo monetario por parte del club catalán. Sin embargo, en esta ocasión, el Midas Pérez ha doblado la rodilla ante el dirigente del Barça, Sandro Rosell, quien había apostado todo su prestigio y capital a la consecución del fichaje de la joven estrella brasileña.
Y este reto del presidente barcelonista ha supuesto la primera maca en el currículo de su homólogo blanco. Rosell ha salido triunfante en esta batalla por la contratación del que puede llegar a ser mejor jugador del mundo, o no. Ambos mandatarios llevan tres años detrás de esta estrella en ciernes, pero el adelanto de diez millones de euros que hizo la temporada pasada el responsable blaugrana (según figura en la última memoria económica del club) al padre y representante del jugador ha resultado definitivo en el desenlace final. La ruptura de este preacuerdo obligaba a un desembolso de 40 millones de euros de indemnización para la entidad catalana, lo que situaba el coste total del fichaje para los madridistas en casi 150 millones de euros. Una cifra inalcanzable en estos momentos de crisis. Sin embargo, el último esfuerzo del club madrileño por hacerse con los servicios del escurridizo delantero, con el envío de dos intermediarios a Brasil, ha servido para encarecer su pase. Muchas son las cifras que se han publicado del precio que tiene que abonar el Barcelona, entre 50 y 80 millones de euros, a los propietarios de la ficha de Neymar: el club Santos, que poseía el 55% del jugador, el Grupo Dy (40%) y el Grupo Teisa (5%). A estas cantidades hay que añadir los 14 millones de euros que le va a costar al Barca la ficha del jugador por cada una de las cinco temporadas que ha fichado. Y, además, el 100% de los derechos de imagen siguen perteneciendo al joven artista, por lo que la entidad catalana no recibirá ni un solo euro de las campañas publicitarias que protagonice su figura brasileña.