La acusación del juez Pablo Ruz al club azulgrana por delito fiscal en el fichaje del delantero brasileño ha sacudido la solidez de un vestuario que comienza a cuestionar al Tata Martino, pero que sigue entre los favoritos para alzar todos los títulos
Fuente: abc.es |
La imputación llevada a cabo por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz al Barcelona por un presunto delito fiscal en el fichaje de la estrella brasileña Neymar Da Silva junior ha sacudido los cimientos del club azulgrana. Y con razón, pues si al final del proceso judicial iniciado la entidad catalana es considerada culpable, alguno de sus dirigentes actuales y anteriores podrían terminar con los huesos en la cárcel, además de tener que abonar una importante sanción económica que encarecería sobremanera el fichaje del habilidoso delantero.Y como las consecuencias pueden ser demoledoras, es lógico y comprensible que esta tensión haya afectado al rendimiento deportivo de los jugadores dirigidos por el Tata Martino. Por muy buenos que sean, que lo son, no pueden abstraerse a tanta tensión y preocupación en los dirigentes, empleados y aficionados blaugranas.