La imputación al Barça por el caso Neymar está afectando al rendimiento de la plantilla

La acusación del juez Pablo Ruz al club azulgrana por delito fiscal en el fichaje del delantero brasileño ha sacudido la solidez de un vestuario que comienza a cuestionar al Tata Martino, pero que sigue entre los favoritos para alzar todos los títulos

Fuente: abc.es

La imputación llevada a cabo por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz al Barcelona por un presunto delito fiscal en el fichaje de la estrella brasileña Neymar Da Silva junior ha sacudido los cimientos del club azulgrana. Y con razón, pues si al final del proceso judicial iniciado la entidad catalana es considerada culpable, alguno de sus dirigentes actuales y anteriores podrían terminar con los huesos en la cárcel, además de tener que abonar una importante sanción económica que encarecería sobremanera el fichaje del habilidoso delantero.Y como las consecuencias pueden ser demoledoras, es lógico y comprensible que esta tensión haya afectado al rendimiento deportivo de los jugadores dirigidos por el Tata Martino. Por muy buenos que sean, que lo son, no pueden abstraerse a tanta tensión y preocupación en los dirigentes, empleados y aficionados blaugranas.

  

El asunto (todo sobre el caso Nyemar), según lo ha planteado el magistrado en el auto, parece meridiano. El fichaje del internacional brasileiro no se limita al contrato laboral con el delantero, al pago al Santos y a la adquisición de los derechos federativos, sino también incluye los otros contratos, hasta once, con sus respectivas transacciones económicas, que el Barça firmó con las sociedades mercantiles del padre del jugador y con el club brasileño. La entidad icono de la Ciudad Condal debería haber tributado por todos ellos. Y no lo ha hecho, pues la institución dirigida hoy en día por Josep María Bartomeu solo ha pagado el 24,75% de los 8,5 millones de euros que Neymar cobró en su nómina de septiembre del 2013. Según el fiscal que lleva el caso, el Barcelona ha defraudado 9,1 millones de euros en las declaraciones de 2011 y 2013, fechas en las que se firmaron los contratos con el jugador. Esta cantidad se sitúa muy por encima de los 120.000 euros límite para no cometer delito fiscal.

Fuente: elmundo.es

Y algo de razón deben de llevar el juez y el fiscal, cuando se ha conocido que el club azulgrana va a presentar una declaración complementaria en Hacienda para abonar ahora esos más de 13,5 millones, montante correspondiente al 25% de todos los pagos efectuados por la entidad blaugrana a la sociedades ligadas al jugador y gestionadas por su padre, y que también se consideran parte del traspaso. La intención de hacer realidad este abono es intentar exonerar de responsabilidades penales a los responsables del club y reducir el impacto económico que podría suponer para la entidad catalana una condena. A pesar de que en este aspecto existen distintos puntos de vista jurídicos sobre dicha reducción de responsabilidades, lo que parece evidente es que el Barcelona reconoce implícitamente que no había tributado lo que exige la ley. Lo que si es claro es que el responsable es el club, puesto que Neymar no pasó en España los suficientes días como para ser considerado residente, por lo que él no estaba obligado a declarar.

Socio del Real Madrid

Al juez Ruz solo le faltan los contratos que tiene la FIFA sobre la operación. Y como el máximo órgano del fútbol mundial, en su usual línea oscurantista, no los quiere dar, le han sido solicitados por el magistrado mediante una comisión rogatoria a Suiza. Cuando Pablo Ruz tenga todo la información en su poder, junto con los informes de la Agencia Tributaria, podrá llevar a cabo la acusación oficial al club azulgrana, que ha contratado a uno de los mejores bufetes de abogados del país, Cuatrecasas, para defenderse. Y entre medias, al sustituto del juez Garzón en la Audiencia Nacional no le va a quedar más remedio que soportar las campañas de los medios de comunicación catalanes para intentar desacreditarle. De momento, ya se ha publicado que Pablo Ruz es socio del Real Madrid, circunstancia que, de ser cierta, no le inhabilita para ejercer su trabajo honestamente, aunque habrá muchos seguidores catalanes que pensarán que sí le imposibilita.. Sin embargo, estas noticias ofrecen carnaza a la afición azulgrana para justificar las acusaciones de que todo es una campaña en contra del Barcelona orquestada desde la capital de España.

Fuente: que.es

Lo que debería hacer una afición responsable, además de animar con más ganas a sus jugadores en el Camp Nou, es pedir responsabilidades a sus dirigentes por su nefasta gestión en este fichaje y por las mentiras que han contado. El actual presidente no ha tardado en declarar que el club ha actuado conforme al "ordenamiento jurídico vigente", para horas después aprobar el pago de otros nueve millones a Hacienda, que le inculpan, no judicialmente, pero sí de cara a la opinión pública. Lo mismo que hizo el ex presiente Sandro Rosell cuando afirmó que Neymar había costado 57 millones, para 24 horas después reconocer su sustituto Bartomeu que habían sido 86 millones. Ahora, según los contratos depositados en la Audiencia Nacional, el coste del fichaje ya se ha incrementado hasta los 95 millones, oficialmente más que los madridistas Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, aunque de este se dice que costó más de cien millones. Y si finalmente el club es condenado por delito fiscal y tiene que afrontar una multa, que podría llegar a ser seis veces lo defraudado, el montante por el crack brasileño se podría disparara hasta los 158 millones. Las ansias de Rosell por darle en los morros al presidente madridista, Florentino Pérez, le pueden salir muy caras al club de sus amores.

Plantilla comienza a cuestionar al Tata

Y toda esta tensión está afectando sin remedio al vestuario azulgrana. Por muy buenos que sean sus integrantes, que lo son, no pueden abstraerse al principal tema de debate en los medios de comunicación y en la calle, incluida Cataluña. En cualquier rueda de prensa o intervención pública, alguien pregunta sobre este turbio asunto, que ya ha costado la dimisión del anterior presidente, pero que tiene pinta de que no van a parar ahí las peticiones de responsabilidades. Y ante este panorama, el Tata Martíno ha demostrado que no tiene la capacidad que poseía Pep Guardiola, incluso Tito Vilanova, para controlar la intensa presión que ejerce el entorno barcelonista, que, no se olvide, es más que un club. Un ejemplo de esto es la clara derrota del Barça ante la Real Sociedad en Liga, que ha terminado de agudizar las dudas que la plantilla tenía hacia el preparador argentino. El hecho de dejar en el banquillo a jugones declarados como Xavi y Cesc y apostar por un centro del campo con Busquet y Song ha provocado un aluvión de críticas, incluso internas, por ser una opción futbolística descartada hace tiempo en Can Barça. Las imágenes de una Xavi más que cabreado con su mirada demoledora sobre el Tata han dado la vuelta al mundo. Pero que nadie se equivoque: este equipo sigue figurando entre los favoritos a ganar todos los títulos. La superioridad demostrada en el último lustro en el fútbol mundial le faculta para ello.