La falta de recursos impide a los piragüistas acudir a la Copa del Mundo, las gimnastas tienen que abonar el viaje al Europeo de rítmica y los de hockey hierba sub 21 deben pagar para ser seleccionados
La crisis económica que está empobreciendo a España a pasos agigantados se ha extendido a todos los rincones y actividades de este país. Al deporte de élite, también. Aunque los numerosos triunfos de los Nadal, Alonso, Lorenzo, Pedrosa y Contador, o de las selecciones de fútbol, baloncesto o balonmano continúan manteniendo en lo más alto del podio el prestigio patrio y, de paso, elevando la decaída moral de los ciudadanos de este país, la realidad es mucho más cruel de lo que se advierte en la superficie. La falta de recursos se ha hecho tan acuciante que los deportes menos poderosos económicamente están sufriendo en sus carnes los efectos perniciosos de la escasez económica y de las políticas que sacralizan la austeridad.
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Fuente: bekia.es |
Poco a poco van apareciendo en los medios de comunicación los distintos casos que evidencian las consecuencias negativas de los recortes. Los piragüistas fueron los primeros en sufrir el descenso drástico de las subvenciones que reciben las distintas federaciones españolas deportivas. Así, el quíntuple medallista olímpico, David Cal, no solo se ha tenido que ir a Brasil para preparar las próximos Juegos Olímpicos, ante la imposibilidad de hacerlo en su tierra gallega, sino que la falta de dinero le ha impedido acudir a la Copa del Mundo que se celebró en Poznan (Polonia). El no fue el único afectado, pues otros prestigiosos piragüistas como Craviotto, Benavides, Portela, Cosgaya o Hernanz tampoco han podido competir en las distintas pruebas de esta competición celebradas en Hungría, Chequia y, ahora, Polonia. La federación no dispone de los ingresos suficientes para pagar sus viajes a estos países. ¡Tremendo!, pues se supone que esta debería ser una de las razones de su existencia.