Las polémicas deudas del fútbol

Los clubes han producido más ingresos al Estado de lo que han recibido

Existe la creencia generalizada de que los clubes de fútbol son un pozo sin fondo. Y así parece ser. De hecho, los clubes profesionales deben 673 millones de euros a la Hacienda Pública, los cuales van a ser abonados euro a euro por los propios clubes, según confirmó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en los Desayunos de Europa Press. Para ello, estas entidades deudoras han firmado individualmente planes con el erario público, para ir saldando estas cantidades. Si esto se cumple, será un éxito del actual Gobierno, pues no solo impedirá que esta deuda siga creciendo, sino que facilitará su eliminación sin que las arcas del Estado tengan que aportar ni un céntimo.

                                   

Ahora bien, los clubes de fútbol reciben el mismo trato que cualquier otra empresa privada que tenga deudas con Hacienda. Este ministerio, con el objetivo de facilitar el cobro y no provocar el cierre de las compañías deudoras, lo que podría hacer en muchos casos, negocia con la afectada la forma de abonar sus compromisos, de manera que la entidad sea viable. Así todos ganamos, pues se cumple con Hacienda y el deudor afronta su deuda en condiciones ventajosas.

Lo que sí ha sucedido hasta ahora es que el ministerio recaudador ha mirado para otro lado y ha permitido que la deuda de los Atlético de Madrid, Valencia y compañía siguiera creciendo. Pero esta situación parece que se ha acabado. Ahora tendrán que afrontarla con hasta el 35% de retención de los derechos de televisión de los clubes deudores y la parte que reciben del 10% de lo que se lleva la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de los ingresos de las quinielas. Por cierto, Real Madrid, Athletic de Bilbao, Getafe, Villareal y Sporting están al día con el erario público.

También me gustaría dejar claro que el fútbol ha aportado a las arcas del Estado más de lo que suman sus deudas. Puesto que las comunidades autónomas y las diputaciones siguen recibiendo el 11% de lo que recauda Loterías y Apuestas del Estado (LAE) por los ingresos de la Quiniela de fútbol, apuesta que nace de la cesión de los nombres de las asociaciones deportivas. Sin ellos, este juego no existiría. Desde que la Quiniela es tal, las comunidades y las diputaciones ha recibido más de 1.480 millones de euros de esta apuesta. Y estas instituciones lo han gastado como han creído oportuno, sin dar cuentas a nadie y aumentando su déficit año tras año. Con esto quiero significar que esa idea generalizada de que los clubes de fútbol han costado mucho al erario público, no es tal, pues el resultado final no es tan llamativo.

De hecho, va a ser el LAE el que va a tener que pedir un crédito de 6.000 millones de euros para ingresarlos en el fondo del que van a disponer las comunidades autónomas con dificultades de financiación, para conseguir ingresos extras. Y el organismo de Loterías tendrá que pagar capital e intereses con lo que ingresa por sus juegos de azar, incluida la quiniela. Este fondo se completará con 12.000 millones que aportará Hacienda. 

En resumen, el fútbol está produciéndole al Estado más ingresos económicos que otros muchos sectores que reciben subvenciones para poder mantener su actividad. Dejando al margen y sin valorar las inyecciones de moral y alegría que introduce en la deprimida sociedad española.