Los bestiales recortes que ha anunciado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afectarán a todos los sectores de la sociedad --salvo a las grandes fortunas de este país--, incluido el del deporte. Y como también sucederá en los demás campos, sus consecuencias serán negativas, tanto en un futuro próximo como en un tiempo más lejano. Pero, igual que sucede en la realidad social de este país, los que menos tienen lo sufrirán mucho más en sus carnes que los privilegiados.
Fuente: vavel.com |
Estos, léase los grandes del deporte español, como Alonso, Gasol, Casillas, Lorenzo y Nadal, entre otros muchos, no sentirán la más mínima preocupación por sus cuentas, pues sus ingresos no variarán ni al ganar torneos, carreras o partidos ni en las ganancias que les producen sus patrocinadores. Esto no quiere decir que todos y cada uno de ellos no estén preocupados por la trágica situación por la que pueda pasar alguno de sus allegados, incluso por las nefastas vivencias que padece este país.
Ahora bien, todos estos recortes solo traerán más penurias, que tendrá consecuencias en cadena. Por ejemplo, ya veremos si los campos de fútbol o las canchas de baloncesto siguen llenándose como hasta ahora, pues aunque los clubes mantengan los precios y asuman la subida del IVA, que está por ver, los seguidores no van a tener los mismos recursos que en la temporada pasada. Y no digamos las familias. Y aunque este tipo de ingresos no son importantes en los grandes clubes, como Real Madrid y Barcelona, sí lo son en los modestos profesionales y en los de las categorías inferiores.
También se van a reducir de manera sustancial las cantidades que dedican las empresas a patrocinar y a poner publicidad en los clubes modestos, puesto que la futura Ley del Mecenazgo no creo que contemple grandes desgravaciones por estas inversiones. Esta circunstancia ya ha provocado que los presupuestos hayan bajado en la temporada que ha finalizado y vayan a seguir disminuyendo en la que empezará tras el verano. Este descenso en los ingresos de los clubes tendrá que ser repercutido en lo que pagan la familias porque sus hijos se ejerciten o se reducirá la calidad de los servicios que ofrecen (ropa, viajes, etc). Como, además, recibirán menos subvenciones de ayuntamientos, comunidades y Consejo Superior de Deportes, las apreturas que sufrirán todos los clubes, profesionales y amaters, y escuelas deportivas serán mayores. Incluso, habrá alguno que llegue a desaparecer.
Un ejemplo: los clubes canarios han anunciado que la reducción de las subvenciones del CSD impedirán a muchos deportistas desplazarse a la península para participar en las distintas competiciones. Y habrá muchas situaciones de este tipo más. Y esto, a la larga, tendrá que repercutir negativamente en el nivel de nuestra élite de deportistas. No parece lógico que un país que bordea la ruina mantenga durante mucho tiempo una retahíla de números uno como la actual en las modalidades deportivas más populares. Aunque, de momento, seguimos siendo la envidia de Europa, aunque solo sea en esto.
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