Llorente solo quiere mejorar en su trabajo

Los aficionados que critican al delantero del Athletic también se irían a otro equipo

Querer mejorar de posición en el trabajo o en cualquier circunstancia de la vida es algo totalmente legitimo. Por eso no puedo entender que haya personas dispuestas a criticar a otras por el simple hecho de querer dejar una posición para desarrollarse en una distinta que ellos creen que será mejor para sus intereses. Es el caso del  delantero del Athletic de Bilbao Fernando Llorente, quien ha decidido no renovar por el club bilbaíno para buscarse la vida en otro distinto. Esta decisión ha causado un profundo malestar en muchos seguidores rojiblancos, hasta el extremo de que en algunos entrenamientos ha sido insultado por grupos de aficionados. Solo desde la radicalidad más absoluta y la falta de criterio ecuánime se puede vilipendiar a una persona que haya tomado una decisión de este tipo.

Fuente:  enriqueanton91.wordpress.com  

Sin entrar en las razones que han llevado a este futbolista pamplonés, criado en La Rioja, a optar por jugar en otro equipo, creo que los aficionados athleticos se equivocan gravemente al meterse con él. Yo me pregunto si cualquiera de estos que disfruta soltando barbaridades por la boca se negaría a dejar su puesto de trabajo por uno mejor, ya sea porque está mejor pagado o porque piensa obtener mejores resultados,  simplemente por el amor que pudieran sentir a su labor, a su empresa, a su jefe o la ciudad en la que trabaja. Seguro que no. Creo, realmente, que la mayoría de los agresores verbales se encuentran situados entre esa gama de radicales que anteponen su nacionalismo a cualquier otra circunstancia. Sin llegar a entender que uno no elige el lugar donde viene al mundo, lo cual no puede determinar hasta ese extremo lo que uno es en esta vida. Incluso ha habido fans rojiblancos que le han calificado de ¡español!, queriendo expresar con esta supuesta ofensa que decide irse del Athletic porque realmente no es un vasco. Y Llorente es tan vasco como cuando su equipo ganaba gracias a sus numerosos y fantásticos goles.

Ya sea porque quiere ganar más dinero, o porque quiere jugar en un equipo que opte a ganar títulos, o porque se lleva mal con su entrenador, o con el presidente del club, o por lo que sea, el delantero internacional tiene derecho a decidir dónde quiere jugar. Y si ha optado por no querer seguir en Athletic de toda su vida, hay que respetar dicha postura, pues él ha cumplido el contrato que le unía a su club. Además, lo ha hecho sin engañar a nadie, pues lo ha anunciado antes de que finalice su relación laboral, con el tiempo suficiente para que la entidad logre unos importantes dividendos con su venta. Esta sí que es responsabilidad de los directivos rojiblancos, pues lo mejor que podrían hacer, desde mi punto de vista, es alabar las condiciones del delantero para conseguir un mejor precio. Entrar en una guerra de acusaciones o en una delicada situación en la que se obligue al jugador a estar una temporada prácticamente en blanco o sufriendo humillaciones cada vez que se ponga la zamarra rojiblanca también perjudicaría los intereses de la entidad vizcaína de una manera artera e inútil.

Entiendo que haya aficionados que se sientan algo molestos porque su equipo va a perder a jugadores que le están llevando a recuperar parte del prestigio perdido, incluso que no quieran aplaudirle porque ya no desea defender sus colores. Pero de ahí al insulto y la difamación hay un mundo. Llorente, como la práctica totalidad de la población mundial, lo único que pretende es mejorar en su trabajo. Y aunque se lo pase muy bien y gane mucho dinero en el actual, él busca tener un futuro más feliz o sentirse más realizado. Y nadie puede estar en contra de esto.